La bicicleta, el invento que empoderó a las mujeres, liberó a los pobres y dio inicio a una revolución manufacturera

Por: César León En: octubre 26, 2019

Unos hombres en Connecticut escucharon lo que parecía ser el mismo diablo —con la cabeza de un hombre y el cuerpo de una criatura extraña— venía volando colina abajo hacia ellos, a ras del suelo.

Apuraron a sus caballos y salieron a toda velocidad, mientras que el diablo se salió del camino para caer en una zanja inundada.

Imaginen el terror que sintieron cuando el diablo en cuestión se les acercó para presentarse. El hombre, un francés de pelo oscuro, estaba empapado y cubierto de sangre.

Su nombre era Pierre Lallement.

El joven mecánico estaba desde hace unos meses en EE.UU. y había traído consigo una máquina inventada por él: una construcción de dos ruedas con pedales llamada «velocípedo». Lallement patentó su invención, que aún no tenía los cambios ni la cadena de las bicicletas modernas.

Tampoco tenía frenos, y por eso terminó dentro de una zanja.

Pero el siguiente paso tecnológico, la «bicicleta segura», atrajo a un grupo mucho más amplio.

Luego la bicicleta fue apeticida por las mujeres pues andar en ellas podian usar ropa más confortable.

En 2006, el gobierno del estado de Bihar, en India, comenzó a subsidiar la compra de bicicletas para niñas adolescentes que empezaban la escuela secundaria, para que las jóvenes puedan viajar por varios kilómetros para asistir a clase.

Hace medio siglo, la producción mundial de autos y bicicletas era más o menos la misma: 20 millones cada uno por año.

Desde entonces, la producción de carros se ha triplicado, pero la producción de bicicletas ha aumentado el doble de rápido hasta alcanzar las cerca de 120 millones de unidades al año.

este mercado parece estar creciendo, dado que la bicicleta sigue siendo el medio de transporte más rápido para circular en áreas de mucho tránsito.

Lo único que desalienta a algunos ciclistas es el esmog, y la posibilidad de accidentarse.