La batalla comercial entre Japón y Corea del Sur que se remonta a antes de la II Guerra Mundial (y cómo puede afectar al sector tecnológico)

Por: César León En: agosto 2, 2019

Una disputa comercial entre Japón y Corea del Sur amenaza con extenderse más allá de sus fronteras y convertirse en un riesgo para los suministros de electrónica de consumo en todo el mundo.

El origen de las tensiones está en la decisión de Tokio de restringir la exportación de materiales industriales que Seúl necesita para fabricar semiconductores y pantallas de visualización.

Japón advirtió la semana pasada que estas restricciones podrían volverse aun más estrictas próximamente.

Y este viernes cumplió al despojar a Corea del Sur de su estatus de socio comercial preferente.

El gabinete del primer ministro japonés Shinzo Abe aprobó la medida que amplía las trabas que Tokio aplica desde hace un mes a los materiales químicos básicos que adquieren compañías surcoreanas para fabricar pantallas y chips de memoria.

Japón alegó motivos de seguridad para justificar las nuevas restricciones, consideradas por Seúl como «injustas».

En la práctica, estas nuevas medidas implican que Corea del Sur ya no tendrá acceso a procedimientos simplificados para la compra de materiales y tecnología de origen japonés susceptibles de uso militar, pero sus efectos van más allá del ámbito de la defensa.

Se anticipa que industrias surcoreanas clave como las del automóvil o la petroquímica verán dificultada la adquisición de más de un millar de productos nipones. Esto se suma a las trabas existentes para la compra de materiales usados por el sector tecnológico.

El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, acusó este viernes a Tokio de «atacar deliberadamente» la economía surcoreana y advirtió que su gobierno dispone de «métodos» para responder que podrían causar «enorme daño» a Japón.

Moon dijo que este «acto egoísta» de Tokio «causará un grave daño a la economía mundial al perturbar las cadenas de suministro globales».

Esta disputa a fuego lento es vista como el último ejemplo de países que utilizan el comercio como arma en batallas diplomáticas.

«Hay culpa para repartir en ambos lados», dijo Robert Dujarric, director del Instituto de Estudios Asiáticos Contemporáneos de la Universidad de Temple en Japón.

«El problema se remonta a 50 años atrás. No es algo que acabe de llegar hoy».

¿Cómo llegamos hasta aquí?
Los dos países comparten una historia complicada que incluye el dominio colonial de Japón sobre Corea desde 1910 hasta la derrota de Tokio en la Segunda Guerra Mundial, en 1945.

El año pasado, se emitieron en Corea del Sur fallos judiciales que ordenaban a las empresas japonesas pagar a los surcoreanos una indemnización por haber sido forzados a trabajar en tiempos de guerra. Esto provocó tensiones que todavía duran.

Los veredictos fueron condenados en Japón, que sostiene que la disputa se resolvió en 1965 cuando se normalizaron los lazos diplomáticos entre los dos países vecinos.

Mitsubishi Heavy, una de las firmas involucradas, se ha negado a cumplir con la orden judicial, mientras que otras dos compañías han sufrido la incautación de sus activos en Corea del Sur.

En julio, Tokio impuso controles de exportación en un sector electrónico clave de Corea del Sur. Japón dice que estas medidas están diseñadas para limpiar los procedimientos de control de exportaciones.

Pero muchos son escépticos acerca de esa justificación.

«No creo que haya nadie que crea que la decisión japonesa sobre las exportaciones no esté relacionada con el deseo de ‘castigar’ o ‘presionar’ a Corea del Sur para que se ocupe de los fallos judiciales», dijo Dujarric, de la Universidad de Temple en Japón.

¿Qué controles ha impuesto?
Los límites de exportación se aplican a tres materiales de alta tecnología: poliamida fluorada, fotoprotectores y fluoruro de hidrógeno.

Japón tiene el dominio de la producción de estos materiales que son vitales para hacer chips de memoria y pantallas de visualización.

Estas son industrias clave para Corea del Sur.

Los gigantes tecnológicos del país, Samsung Electronics y SK Hynix, exportaron alrededor del 60% de los componentes de memoria a nivel global el año pasado, según IHS Markit.

Un portavoz de Samsung dijo que la compañía estaba «evaluando la situación actual» y «revisando una serie de medidas para minimizar el impacto en nuestra producción». SK Hynix no quiso hacer comentarios.

Las restricciones no bloquean la venta de los materiales, pero requieren que los exportadores japoneses adquieran licencias para vender estos productos a Corea del Sur, lo que podría causar demoras y obstrucciones en el suministro.

Ahora, con la decisión de Tokio de eliminar a Seúl de su llamada «lista blanca» de socios comerciales de confianza, se aumentadramáticamente el número de productos con restricciones de exportación.

¿Cómo ha reaccionado Corea del Sur?
La disputa ha despertado fuertes reacciones en Corea del Sur, incluidos boicots de productos japoneses, desde cerveza hasta ropa y viajes.

Corea del Sur prevé que la disputa sea resuelta en la OMC, pues considera que otros países podrían quedar atrapados en el fuego cruzado.

«Hay mucha preocupación de que tal esta decisión tenga un impacto grave no solo en las economías de ambos países, sino también en la cadena de suministro global», dijo hace dos semanas Lee Ho-hyeon, director del Ministerio de Comercio de Corea del Sur.

¿Y los suministros electrónicos?
Muchos analistas se pusieron del lado de Corea del Sur para alertar sobre el riesgo que presenta la disputa comercial para los suministros de tecnología global.

«El efecto dominó en las cadenas de suministro de productos electrónicos regionales no se puede subestimar», afirmó la semana pasada el economista de DBS, Ma Tieying.

Según aseguró, las interrupciones en el suministro podrían afectar a Apple, Huawei y Sony, entre otros, en la producción de celulares, computadoras y televisores.

Corea del Sur es actualmente el segundo fabricante mundial de semiconductores, según DBS, mientras que Samsung y LG Electronics controlan más del 90% del mercado global de pantallas de diodos orgánicos emisores de luz (OLED).

Cuanto más se prolongue la disputa, más grande será el impacto potencial.

Rajiv Biswas, economista jefe de Asia-Pacífico en IHS Markit, dijo la semana pasada que si los controles de exportación de Japón se mantienen durante un período prolongado, «podría interrumpir la cadena de suministro de productos electrónicos a nivel mundial» dado el dominio de Corea del Sur en el mercado de los chips de memoria.

El experto afirmó que el precio de los componentes de la memoria «podría aumentar significativamente debido a la incapacidad de los otros proveedores de memorias para satisfacer la demanda global».

La decisión anunciada este viernes por el gobierno de Japón impactó con fuerza en las bolsas de Seúl y Tokio, cuyos principales indicadores así como los referidos al sector tecnológico registraron fuertes caídas.

FUENTE: BBC